PERÚ POSIBLE ARRASTRÓ A OLLANTA A LA DERECHA. (Entrevista a Javier Diez Canseco)
Entrevista: Franzelly “chichu” Soto Barboza.
Fotos: Bas Branny Soto Barboza.
La izquierda siempre ha sido su bastión. Javier Diez Canseco vuelve al congreso luego de algún tiempo, pero por la puerta grande, como lo hizo tras haber sido deportado a la Argentina en mayo de 1978, cuando formaba parte del comando que lideraba el segundo paro nacional contra el régimen militar.
Pasó cerca de un mes en tierras gauchas de donde también fue expulsado. Tomó rumbo hacia Europa gracias al apoyo de una iglesia evangélica que envió pasajes para él y unos amigos suyos que también sufrían la persecución militar de los 70. Sin embargo, Diez Canseco fue amnistiado en julio de ese mismo año y regresó para asumir funciones como miembro de la Asamblea Constituyente. “Fue allí la primera vez que me eligieron diputado constituyente y fui elegido estando preso”…
Nos recibe en su despacho del jirón Huallaga, siendo congresista por la confluencia Gana Perú que llevó a la presidencia a Ollanta Humala Tasso, algo cansado –por el trajín del día- pero con el rostro sonriente y dispuesto a concedernos la entrevista.
¿Considera que Ollanta es un hombre de izquierda?
Yo creo que Ollanta Humala no se define como un hombre de izquierda, se define como un nacionalista, que tiene una postura de defensa de la soberanía nacional y que propone una sociedad incluyente, con derechos para la población. Nos une la idea de una sociedad (…), la idea del impulso a un mercado nacional más fuerte, a mejores condiciones de vida y trabajo de la población, al apoyo al agro nacional, la lucha contra la corrupción y por la vigencia de los derechos humanos. Pero él no se define como un hombre de izquierda, él se define mas bien como alguien que está vinculado con los de abajo. Ahora, curiosamente, esa es una frase de Lenin.
Para algunos analistas, la negociación entre el gobierno y las empresas mineras, sobre el impuesto a las sobre ganancias, pudo ser mejor. Esta opinión se deriva de la rápida aceptación de los empresarios a las condiciones establecidas por el gobierno. De verse afectadas, las empresas habrían mostrado mucha resistencia, como en Bolivia. ¿Qué opina al respecto?
Las empresas mineras en el país, en primer lugar, han acusado la derrota política que han sufrido en las elecciones. Ellas se jugaron de cuerpo y alma por la derrota de Humala, y lo demostraron en los partidos de futbol, en el avisaje de todo tipo y en la contratación del sicario mediático que fue Jaime Bayly. Luego, acusando esa derrota, han entrado en una estrategia de penetración y de buscar calmar aguas y negociar. Entonces 3,000 millones de soles es un monto, sin duda, significativo para el país, pero en mi opinión insuficiente. Porque sólo una empresa, Antamina, produce al año más de 3,000 millones de dólares y su costo operativo son 600 millones de dólares, o sea su utilidad anual son 2,400 millones de dólares, lo que representa más o menos 6 mil millones de soles, la mitad de lo que se está obteniendo y esa es una empresa, por supuesto, la más grande país.
- El otro caso es Barrick…
Barrick, otra empresa trasnacional, produjo el año pasado cerca de 1,200 millones de dólares y su costo operativo es 200, o sea su utilidad bruta antes de pagar impuestos son 1,000 millones sobre 1,200 millones que produce. Entonces, yo digo, en esas condiciones -y pienso igual que otros economistas que trabajaron el tema- la posibilidades que el Perú tenia oscilaban entre 2,000 y 2,400 millones de dólares, y en la práctica lo que se dice que estaríamos obteniendo son alrededor de 1,000 millones de dólares o un poquito más, pero lo que tenemos hasta el momento es un acta, no tenemos una norma. Es más, el acta dice que las empresas se comprometen a un gravamen de 3,000 millones, pero también dice que cualquier nueva regalía o impuesto que el gobierno imponga se descontará de esos 3,000 millones de gravamen.
Por otro lado, no deja claro que pasa con el óvolo minero que termina este año y que era, teóricamente, 500 millones de dólares anuales, que no fue cumplido porque varias empresas no aportaron y, al final, se ahorraron casi 50 millones de soles al año.
Tampoco dice que pasa con las regalías que ya existen y que no pagan gran parte de estas empresas, algunas pagan, las que no tienen contrato de estabilidad jurídica, como por ejemplo, Shaudeth, paga Moquegua y Tacna, y algunas otras, pero la gran mayoría no paga. Y hay un fallo del tribunal constitucional que dice que debieran todas pagar, porque las regalías no es un tributo, sino es el pago de un derecho por el uso del recurso natural que es del país. Como un zapatero paga por el cuero, las mineras deberían pagar por el mineral, al margen de las utilidades que obtiene el zapatero y de las utilidades que obtiene las mineras.
Entonces es un tema que hay que verlo, y va a tener que pasar por el congreso con una propuesta legislativa que espero nos permita dejar claro este asunto.
Sin embargo, pienso que el hecho de que las empresas hayan cedido 3,000 millones de soles adicionales, que es lo que ha dicho el ministro de economía ante la comisión de economía del congreso, implica que el gobierno anterior ha dejado de recibir 3,000 millones anuales, porque estos precios están a este nivel hace más de 5 años. Y eso significa que García le adeuda al país casi 25 mil millones de soles que pudo sacar si hubiera tenido pantalones para encarar el tema, en lugar de manejarse sólo con el tema del óvolo minero.
¿Cree que pude darse el consenso a favor de estas propuestas en el nuevo congreso?
Pienso que lograr los 3,000 millones netos, sí. Yo creo que hay que batallar por mejorar esas condiciones. Consenso no sé, mayoría creo que sí habrá, porque Perú Posible y Toledo han comprometido un apoyo al tema del impuesto a las sobre ganancias y esto es su equivalente, y eso implica Acción Popular implica Somos Perú que junto con Gana Perú haría una mayoría suficiente para imponer una norma que le devuelva al Perú una parte importante de la renta minera que se genera.
La izquierda, el nacionalismo, la democracia en general ¿no tiene cuadros técnicos como para que asuman despachos ministeriales? Le planteo esto porque hemos visto que varios de los ministros de Estado representan a esos sectores dominantes, este es el caso del Premier, del ministro de Economía, del ministro del Interior, del presidente del Banco Central de Reserva, entre otros…
No tengo duda que hay sectores de centro izquierda que pudieran ocupar espacios que hoy ocupan sectores abiertamente neoliberales y derecha, como es el caso del Ministerio de Economía y Finanzas, como es el caso del señor Cornejo y el ministerio que él maneja o como es el caso de la presidencia del Banco Central de Reserva que hoy está en manos de Velarde que fue el jefe de la comisión del plan de gobierno de Lourdes Flores el año 2006.
Personalmente creo que sí había personal técnico y profesionales en ese terreno, sin embargo el problema central que se ha presentado es que Gana Perú, en primera vuelta, saco 32% y tuvo que llegar a acuerdos para buscar ampliar esa votación y llegar a superar el 50% + 1. Y en ese proceso la relación con Perú Posible y algunos de sus aliados no ha sido una relación fácil, ha sido una relación difícil, llena de exigencias, demandas, etc. y ante ese cuadro lo que ha ocurrido en la dirección de Gana Perú es que se han visto obligados a ampliar la negociación hacia otros sectores para tener seguridad, de poder tener una mayoría mínimamente estable en el congreso y poder comenzar a aplicar el programa.
- Entonces, el problema ha sido Perú Posible…
Esta actuación de Perú Posible me parece a mí a conducido a obligar a ampliar el espectro hacia la derecha, lo cual hace de este gobierno un gobierno que tiene un compromiso programático original, pero que es a su vez un gobierno en disputa, porque es un gobierno arco iris que tiene los más diversos colores dentro, y la forma como este proceso camine dependerá de la fuerza social, de la eficiencia de la gestión, de la honestidad y transparencia y del peso político que gane las posiciones que están hoy dentro del gobierno.
- Pero se percibe cierto continuismo con la gestión anterior. Piensa usted lo mismo o, en todo caso, ¿qué aspectos marcan la diferencia?
Diferencias hay varias, por lo pronto con el gobierno anterior no se dio la ley de consulta previa para los pueblos indígenas y pueblos originarios que implica un derecho fundamental de ciudadanía para esos sectores y de presencia en la sociedad. Con el gobierno anterior no se dio un compromiso de 3,000 millones de soles adicionales de ingreso neto de la renta minera. Con el gobierno anterior no se han investigado los hechos de corrupción, y creo que esto se abre hoy. El mismo hecho que el contralor de la república, después de estar mudo por casi dos años, salga ahora a decir que hay más de 10 mil funcionaros procesados y 2,000 y tantos corruptos llevados al poder judicial, revela de que habido un cambio en la correlación de fuerzas. Pero ese cambio en la correlación de fuerzas es un cambio móvil, es un cambio que hay que afirmar, afiatar y hay que hacer crecer, ese proceso de lucha política y de ideas es el proceso central que tenemos que sacar adelante en las condiciones en las que estamos.
Así como yo no me siento cómodo con el señor Castilla y Velarde, y lo he hecho publico, lo cual a algunos seguramente no les ha parecido muy simpático de mi parte, ellos tampoco se sentirán cómodos que yo esté en el congreso o con que este Aída García Naranjo en el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, o con que esté el ministro del Medio Ambiente o con que esté el propio ministro de la Producción Kurt Burneo en ese terreno ¿no es cierto? porque no es la política que ellos profesan. Entonces, aquí hay un gobierno en movimiento, que tiene que manejar el proceso con gobernabilidad, pero tiene a su vez un compromiso con el cambio y que tiene altísimas expectativas sociales en el país, eso no lo van a poder desconocer.
Pasando a otro tema, hay muchos problemas que esperan solución y el pueblo peruano abriga cierta esperanza en que el presidente Ollanta dirija la solución de estos problemas… Una de ellos corresponde a la solución definitiva al problema de la guerra interna que vivió el Perú en los años ochenta y parte de los noventa. Vemos que se mantienen leyes que penalizan la protesta social, vemos que hay mucha gente acusada de terrorismo en las cárceles, con más de 20 años de prisión efectiva, vemos muchos casos de efectivos del orden penalizados, miles de requisitoriados, miles de desaparecidos, exiliados, etc. ¿Cuál debería ser la posición del gobierno del presidente Ollanta frente a este problema? ¿Cree que debe ser la misma que ofreció Paniagua, Toledo y García?
En primer lugar soy definitiva, militante y activamente anti senderista. Yo creo que sendero ha expresado en el Perú una opción terrorista, y el terrorismo es contrario al marxismo y al socialista, que pretendieron lograr sus objetivos a través del miedo, del temor y no del convencimiento de la lucha política y social, por tanto, yo no me siento identificado con ellos ni como revolucionarios. A nosotros nos asesinaron dirigentes del comité central, dirigentes obreros, campesinos, alcaldes y congresistas en este terreno y yo siento que estos sectores no han hecho un mea culpa respecto a su proceso, o sea no han asumido su responsabilidad frente a lo que impulsaron en el país que fue un proceso de militarización creciente que les respondió con el terror de Estado al terror de Sendero Luminoso.
Entonces, yo no creo que aquellos que han cumplido su codena y que se han reubicado en la sociedad y han renunciado al accionar armado y a la violencia terrorista tengan por qué ser materia de seguimientos y persecución, porque creo que la gente paga sus penas y asume sus responsabilidades.
Pero, yo soy contrario a una tesis, por ejemplo, como aquellos que levantan la amnistía general que va desde Alberto Fujimori hasta Abimael Guzmán, yo no comparto ese punto de vista.
- ¿Tampoco con la amnistía de los militares que estuvo en los últimos días sobre el tapete?
Tampoco. Me pronuncié abiertamente en contra de las declaraciones que mencionó el ministro Mora -de una ley de punto final- yo soy absolutamente contrario a ese tema y creo que el Perú tiene pendiente una enorme cuota de verdad y de justicia para permitir una reconciliación nacional.
- ¿Usted jamás indultaría a Antauro Humala?
El caso de Antauro Humala tiene en mi opinión varios problemas. Uno, el hecho de como algunos lo denominan “un movimiento de alzamiento contra el Estado”. Donde se empelaron métodos, particularmente los que emplea este hombre el denominado “el Centinela”, que es la ejecución extra judicial y a sangre fría, que es lo que ocurrió con los policías heridos a los que les metieron un tiro de remate en ese terreno, que me parece absolutamente inaceptables.
Y dos, porque sobre ese tema hubo un compromiso explicito de Ollanta Humala, o sea él hizo un compromiso, si Ollanta Humala hubiera dicho yo tengo esta otra posición frente al tema, yo lo entiendo. Pero lo que yo no entiendo es que las posiciones se readapten a las circunstancias. Yo creo que si uno empeña una palabra lo cumple. Y esa es la palabra que debe hacer, no es cierto.
Personalmente no creo que Antauro Humala deba estar detenido por sus ideas que yo no comparto para nada, me siento muy lejos del etnocacerismo. Primero porque Cáceres no es lo que se pinta. Fue la resistencia frente a Chile, sí, pero también fue el que ejecutó después cuando fue jefe de Estado a los mismos líderes indígenas que batallaron con él contra Chile en defensa del gamonalismo. Yo no me confundo con el patrioterismo anti chileno y la práctica anti indígena y anti campesina que hizo Cáceres y no creo en teorías étnicas, como concepción de cambio social. Entonces, el concepto de etnocacerismo no lo comparto. Pero el etnocacerismo no es causa para estar preso. La causa para estar preso tiene que ver con los hechos ocurridos y con las responsabilidades.
Creo que Antauro Humala finalmente está, si uno analiza legalmente la situación, bastante cerca de un proceso de culminar un periodo de detención que ha sido ya bastante prologando, y creo que se evidencia que dentro de un periodo relativamente corto estaría en condiciones de salir libre.
Congresista Diez Canseco. ¿Considera que se debe insistir con una Asamblea Constituyente que plantee un nuevo contrato social, como propuso Ollanta durante su campaña o será suficiente una reforma constitucional?
Yo sí, yo soy en los que creen en la necesidad de una Asamblea Constituyente. Primero, porque he comprobado, en la práctica, que pretender cambiar la constitución a través de un congreso que no fue elegido para hacer la constitución, no funciona. Lo probamos con Toledo y no caminó, durante el gobierno de García ni siquiera lo intentaron, ni se mencionó. Y yo creo que elegir una Asamblea Constituyente es elegir gente en función no de los problemas de la región, no de los problemas de que yo soy homosexual, lesbiana o qué sé yo, tampoco de los problemas que soy obrero o campesino, sino de una visión de país. Entonces la gente opta entre visiones de país. Y esas visiones de país se encuentran al interior de la Asamblea Constituyente y formulan una propuesta de un nuevo contrato social, en un plazo definido y luego eso se somete a un debate nacional y a un referéndum.
Yo creo que ese es un mecanismo democrático de hacer las cosas, y creo que ese compromiso debiera comprometer también que no vamos a aceptar la reelección presidencial (…)
- ¿Así sea Ollanta Humala?
Así sea Ollanta Humala…
- ¿Nadine Heredia?... si se presenta.
Nadine tiene el derecho de cualquier otro ciudadano, pero creo que el liderazgo de Ollanta Humala no es trasmisible en ese sentido desde mi punto de vista en este terreno.
(…) Dos creo que el debate de una nueva constitución es indispensable, porque hay una cantidad de temas del siglo 21 que no están en la constitución del 79. Por ejemplo el tema de la naturaleza y medio ambiente, la multiculturalidad, plurietnicidad y multinacionalidad que existe en el Perú. Así mismo las nuevas formas de democracia participativa. Creo que el tema de la descentralización debería ser reformulado, porque descentralizar no es cambiarle el nombre al departamento y ponerle región, sino generar polos de desarrollo. Creo que el enfoque de lo internacional en siglo 21 es distinto al siglo 20. El siglo 20 y 19 son el siglo de las naciones y creo que el siglo 21 es el siglo de los bloques regionales y de las identidades macro regionales como seria América del Sur, por ejemplo, que si se constituyera como tal seria una de las cinco potencias del mundo y colocaría otro enfoque de las cosas.
Yo creo que debemos repensar los problemas. Además, necesitamos una constitución que sea garantista de derechos, y la constitución de Fujimori fue una constitución que destruyó derechos de la población, laborales, sociales convirtiendo la educación en un negocio, alegando que el agua sea un derecho humano, en fin.
Creo que los temas son tan amplios que lo que se requiere es una nueva constitución y no sólo una reforma. Ahora ¿una nueva constitución es el tema del día?... Yo creo que el tema del día es aplicar las propuestas de cambio que comprometimos en el proceso y que la gente vea que el cambio es posible y creo que eso abrirá condiciones para discutir un nuevo contrato social en el país.
Un cambio como el que plantean, en cinco años, va ser muy difícil.
La idea no es que el conjunto del programa que se planteó se logre en cinco años y con esta constitución. Creo que la idea es que la gente vea que ese rumbo camina y que se aplican las cosas que se han propuesto y, por lo tanto, gane confianza en que el proceso es posible, viable. Y si el proceso es posible y viable, la posibilidad de abrir una discusión mayor sobre qué sociedad queremos, se abrirán.
- ¿Cree que las condiciones se presten para proponer una Asamblea Constituyente?
Creo que el Perú no vive hoy un momento constituyente como lo vivió Venezuela, Ecuador, Bolivia, donde el tema constituyente era un tema de discusión en la calle, todo el mundo discutía el tema. Como se está discutiendo hoy en chile, a partir de la lucha por la educación pública, gratuita y de calidad. Pero allí hay un debate concreto en la calle, aquí no hay un debate concreto en la calle sobre el tema de la constituyente, esas condiciones hay que crearlas.
Ya que no buscarán la reelección ¿hay alguien que pueda asumir el liderazgo de Ollanta Humala de aquí a cinco años?
Yo creo que primero se va a forjar un proceso, en ese proceso se van a forjar nuevos liderazgos, nuevas opciones y alternativas, eso está por verse, hay mucho camino por delante en este terreno.
Ahora, hay nuevos movimientos en acción, hay una juventud que se está interesando en la política, hay movimientos originarios y pueblos indígenas que están surgiendo en este terreno, hay movimientos regionales que pueden abrir visones descentralistas. Pienso que la política peruana va a sufrir un proceso de renovación en este periodo, que los viejos partidos tienen serias dificultades para funcionar en estas condiciones: la gente no confía en ellos, no cree en ellos e incumplen sus compromisos. Creo que tenemos por delante un proceso de cambio bien significativo
Usted propone una comisión investigadora que se encargue del segundo gobierno de Alan García, háblenos al respecto.
La comisión investigadora tiene una serie de funciones que no tiene una función fiscalizadora, por ejemplo: romper el secreto bancario, el tributario, el de comunicaciones, en fin. Yo creo que hay motivos e indicios más que suficientes para que esto se lleve adelante, y requiere el 35% de la votación del congreso, de tal manera yo creo que es un hecho que esto se haga próximo.
- Que el APRA se consiga una armadura…
Tendrá que responder frente al tema y lo que se compruebe será público. Sin hacer peliculina ni espectáculos para la televisión, porque las comisiones investigadoras no pueden operar con interrogatorios abiertos a que todo el público esté presente, porque se hacen un conjunto de preguntas que tocan la vida personal de las personas que no tienen por qué ser divulgadas si es que al final yo no logro una conclusión que señale responsabilidades, entonces tengo que tener una actitud respetuosa en ese terreno, pero también firme.
De aquí hacia delante, ¿qué cree usted que debe esperar el pueblo peruano de Ollanta Humala?
Yo lo resumiría en una frase: que cumpla lo que prometió. Eso es lo que debe esperar. No solo de Ollanta Humala y de su gabinete, sino también de sus congresistas y de las fuerzas que se han comprometido con él, y debieran esperar que los miembros de Perú Posible que desarrollaron esta enorme movilización en el país no la apaguen, no la clausuren. No cierren el local y apaguen las luces y vayan a sus casas a esperar que se produzca el cambio. Sino que intervengan y den la lucha porque el cambio se lleve adelante.
- Si Ollanta Humala en los próximos años se convierte en un asesino de la ilusión de los jóvenes usted saldría a hacerlo público…
Mire, nosotros tenemos un compromiso y ese compromiso es un compromiso con la gente. Si yo incumplo el compromiso con la gente, ellos tienen todo el derecho a demandarme frente a ello, en eso consiste el juramento. Si usted cumple su juramento que “Dios y la patria se lo premien, sino lo demande”. Eso es inevitable en el caso mío, en el caso de cualquier ministro o en el caso del presidente de la república.
Un mensaje para la población ayacuchana.
En primer lugar un gran abrazo, yo he vivido mucho tiempo de mi vida política vinculado a Ayacucho en los periodos más duros. He vivido el periodo de la guerra sucia, he vivido el asesinato de la alcaldesa, asesinatos de periodistas y de íntimos amigos que han muerto en condiciones terribles en Ayacucho. He visto el sufrimiento de ese pueblo y creo que es una región del país que merece una opción de desarrollo, una oportunidad de progreso y también de vivir en paz. Creo que esto es algo que un gobierno como el de Gana Perú debe buscar cumplir.